El sábado disputamos nuestro primer partido como locales y nos sentíamos con mucha ilusión por volver a reencontrarnos con la afición. Además, tras el empate de la semana pasada en Pasaia, intentar conseguir los primeros 3 puntos en casa hacía que el reto fuese muy apasionante.
De ese modo, siempre conscientes de la calidad del rival, arrancamos el choque con mucha intensidad, a lo que los vizcaínos respondían amoldándose sin problema a nuestro ritmo. En esa línea, la igualdad marcaba los minutos de juego y, pese a que tuvimos una oportunidad muy clara y bonita desde dentro del área y, pese a que circulábamos bien la pelota, no conseguíamos culminar por razones claras: la defensa visitante estaba a tope, y más aún lo estaba el portero, que sacaba una tras otra.
Así, con el paso de los minutos, el ansía de estrenar marcador provocaba que cometiésemos la quinta falta. Por tanto, tuvimos que aflojar para evitar los dobles penaltis. Sin embargo, teniendo en cuenta que aún quedaban largos minutos para el final de la primera parte, el doble penalti llegar llegó. Aún así, los de Zierbena no marcaron y, sin más cambios destacables y aguantando como buenamente podíamos, nos fuimos al descanso con el 0 a 0.
Tras la vuelta de vestuarios, tan solo 30 segundos necesitó Uri, uno de nuestros nuevos fichajes, para marcar el primero de la tarde (1-0); un gol de mucha calidad que levantaba a toda la grada. Ante ello, Zierbena reaccionó y puso el encuentro en tablas en el minuto 5 (1-1), con un tiro exterior que sorprendió a absolutamente todos. Un minuto más tarde, de nuevo marcaba el rival y los nervios aumentaban. Perder no era una opción y, reflejo de ello, veíamos a nuestro míster Jota optar por la figura de portero jugador. Había que darlo todo. Costó, pero lo conseguimos. A 3:50 para el final, de nuevo Uri marcaba, y hacía que el electrónico reflejase el 2-2 definitivo. También tuvimos la oportunidad de llevarnos los 3 puntos en el último suspiro, con un buenísimo tiro que, de no haber sido por la gran precisión del portero vizcaíno, seguro hubiese hecho saltar de alegría a más de una persona.
Repetimos marcador y subimos un punto más a la clasificación. Toca seguir afinando detalles para que ese punto se convierta en un redondo 3. ¡Podemos conseguirlo! GOAZEN LAUBURU!!!!