El técnico Vitoriano liderará un nuevo ciclo en la entidad morada tras la salida de Alfredo Hualde. El cuerpo técnico quedará así configurado con la continuidad de Aitor Andrés y la incorporación de Vanessa Ortego
El club Piparrero vuelve a apostar fuerte en el área técnica incorporando a un entrenador altamente contrastado y con un perfil académico notable. A su dilatada trayectoria en los banquillos se suma la participación y liderazgo en diferentes proyectos formativos, donde su seña de identidad podríamos decir que acuña el eslogan de “compartiendo conocimiento”. Es ingeniero técnico industrial y a sus 44 años ha dirigido en diferentes categorías, alcanzando la Segunda División por dos ocasiones con el Atenea F.S.
Estudioso de nuestro deporte, gestiona el blog “Cofutsal”: un blog con amplio contenido didáctico, desarrollando atractivos proyectos como “Impulsa”, el laboratorio de aprendizaje de Cofutsal, que pone en contacto distintos proyectos en todo el mundo Futsal con la participación de técnicos de diferentes países.
Junto a Jota Arregui y Aitor Andrés, se incorporará a la disciplina del primer equipo Vanessa Ortego. Entrenadora Personal y de acondicionamiento de Actividades Físicas, se une al cuerpo técnico en la faceta de mejora individualizada del jugador. Ortego cuenta con su dilatada experiencia como jugadora de fútbol sala (1988/2009). 21 años en los que fue habitual de los campeonatos de Euskadi y España de clubes, siendo pieza importante de las selecciones femeninas de Álava y Euskadi. Vanessa Ortego cuenta con la confianza del técnico, tras colaborar en varios proyectos deportivos anteriores.
El técnico Jota Arregui viene avalado por la dirección deportiva del club donde Juanan definía así la apuesta “El Lauburu debe, en la medida de sus posibilidades, apostar por los técnicos más cualificados de su entorno para liderar nuestro proyecto. Desde el primer momento tuve claro que esto debía ser así, porque como entrenador que soy conozco con detalle la importancia que tiene en nuestro deporte el capitán del barco. Las apuestas desde que abordé esta responsabilidad han ido en esa dirección y, tanto Aitor Arévalo, como Mikel Diestro y Alfredo Hualde así lo han demostrado”.
La contratación de técnicos es uno de los caballos de batalla de los clubes guipuzcoanos en particular y vascos en general. El bajo número de titulados con el nivel requerido por la Federación es la causa principal que complica sobremanera este detalle. Aún así, el club morado cuenta en su estructura con hasta 3 técnicos con la titulación requerida en la categoría desempeñando diferentes funciones en la estructura del club. Todo ello ha permitido, junto con otros entrenadores, alcanzar el nivel actual desde la Escuela hasta el primer equipo.
De ese modo, la llegada de Jota abre un nuevo ciclo deportivo que estará marcado por la incertidumbre provocada por el coronavirus. El club trazaba un rumbo ascendente consolidando pilares claves en su estructura como, por ejemplo, la contratación de su primera empleada para el desarrollo del área de Marketing y Comunicación. Pese a ello, la crisis económica que se avecina, invita a minimizar riesgos hasta analizar su alcance y consecuencias.
Asimismo, las primeras secuelas de esa prudencia han provocado la marcha de algunos jugadores con mejores propuestas que las que podía ofertar el club. Por ello, tanto Javi Saldise como Oihan Carlosena cambiarán de aires, aceptando las ofertas del Tafatrans Navarro. En consecuencia, el club trabaja con el nuevo técnico en la incorporación de nuevos jugadores. Además, también está intentando consolidar las apuestas en las que ya se trabajaba desde la base, contando con Álvaro y Boli que formarán parte de la primera plantilla. En cuanto al resto de jugadores, han confirmado su continuidad y se estudian dos posibles incorporaciones (siempre que se encuentren los perfiles que el nuevo entrenador ya ha dibujado con la dirección técnica).
El nuevo mister Ibartarra se manifestaba así tras el acuerdo alcanzado con la entidad morada: “Estoy entusiasmado por la vuelta a las canchas. Tras tres temporadas de descanso, esta oportunidad llega en un momento oportuno. Si bien he disfrutado en estos años de nuevas experiencias y formaciones, el cuerpo me empezaba a pedir “marcha”. Soy un afortunado, porque no es fácil tener acceso a un banquillo tan exigente como el de Lauburu. Llego sabiendo que recogeré muchos de los frutos sembrados anteriormente por Aitor, Mikel y, sobre todo, Alfredo; quien deja un grandísimo legado en el Club. De antemano, mi respeto y agradecimiento a todos ellos. Espero estar a la altura de las expectativas de la dirección deportiva y poder contribuir al crecimiento de club y los jugadores. Me gustaría enviar un mensaje de ánimo a la familia Piparrera, deseando que se mantengan a salvo durante estos duros momentos. Habrá tiempo de volver a las canchas y allí nos encontraremos. ¡¡Ánimo!!”