El Lauburu Ibarra Mahala venció por 3-2 al Eskoriatza y suma su cuarta victoria consecutiva. Los piparreros llegaban al duelo con la moral por las nubes tras los buenos resultados cosechados en las últimas semanas, pero el nivel de exigencia del partido por la intensidad con la que juegan los dos equipos y por la rivalidad que existe en el 40×20 añadida a la baja de última hora del capitán Gurru hacía que el partido tuviera un plus de dificultad.
Comenzó el partido apretando muy intensamente el conjunto visitante, con un juego 3-1 ofensivamente tratando de buscar acciones de paredes o acciones de 1×1 que pudieran superar al equipo ibartarra. Los de Arévalo alternaban defensas de ¾ de pista y ½ pista con intención de robar balón y salir a la contra. En el minuto 3 de partido se adelantó el equipo visitante tras un gran disparo exterior que se coló por toda la escuadra defendida por Javi Ayerbe. Tras este gol el conjunto piparrero dio un paso adelante y comenzó a tener las primeras ocasiones de gol. El partido estaba siendo muy intenso y bonito para el aficionado donde se luchaba cada balón con máxima intensidad. A falta de 8 minutos Iker Zubelzu ponía el empate en el marcador tras un buen robo de Álvaro Alonso en primera línea que asistía para que Iker hiciera el empate. Con este resultado terminó la primera mitad donde los dos conjuntos tuvieron ocasiones para aumentar el marcador.
La segunda parte comenzó y los dos equipos seguían buscando el gol, los de Eskoriatza son un conjunto con jugadores veloces y añadido al buen trabajo táctico que tienen hicieron sufrir durante muchos minutos de la segunda mitad a los piparreros. Los de Arévalo son jugadores sufridores y perseverantes donde la entrega de cada jugador en cada rotación hace que nunca se den por vencidos y con el paso de la temporada comienzan a adquirir habilidades técnicas y tácticas que les hace competir con cualquier rival. A falta de 6 minutos para el final del partido los visitantes se adelantaron en el marcador en una fase muy importantes del partido en el cual parecía que podía ser crítico el gol encajado por la cercanía del final del partido pero en ese momento los morados sacaron la raza y orgullo que les caracteriza y tras desaprovechar dos acciones de uno contra el portero en un acción de saque de banda era Ion Ander Cuadrado ya con el recurso de portero jugador en pista quien ponía el empate a 2 en el marcador con dos minutos por jugarse. Los de Arévalo querían más y estaban preparados para seguir atacando de 5 pero en un saque de esquina a favor y en un pase antológico de Alvaro Alonso era rematado por Iker Zubelzu desatando la locura en las gradas piparreras. Tras el gol el equipo visitante fue quien puso el recurso de portero en jugador en liza y en una muy buena combinación estuvo a punto de empatar pero el balón se fue fuera dejando los 3 puntos en Ibarra.
Al final del partido el entrenador indicaba: “En primer lugar felicitar a los jugadores por el esfuerzo, la actitud de este equipo es incuestionable, se lucha cada balón al máximo y para mí es un orgullo ver a un equipo que va a la posición del cambio esprintando para dar entrada a un nuevo compañero demostrando que somos solidarios en el esfuerzo y con los compañeros. El rival en la segunda parte nos ha hecho mucho daño y lo hemos pasado muy mal, no hemos ajustado bien las marcas en determinados momentos pero el equipo en ningún momento se ha descompuesto y en los minutos finales ha podido pasar de todo pero en los detalles hemos estado más acertados que el rival y eso nos ha dado la victoria.”