El sábado el fútbol sala volvió a Belabieta con un encuentro de altura entre Lauburu K.E y Laskorain K.E. Tras varias semanas haciendo entrenamiento en pista, había llegado la hora de competir. Iba a ser la primera toma de contacto tras muchísimo tiempo y, por tanto, uno de los objetivos principales era que los jugadores pudiesen empezar a recuperar sensaciones en competición. 

Aunque todos eran conscientes de que se trataba de un primer amistoso y que lo importante era coger ritmo, ambos equipos ofrecieron un juego muy intenso desde el comienzo. Así, poco más de tres minutos fue lo que necesitó Iñigo para estrenar marcador, al culminar una gran acción desde muy cerca del área, tras conseguir sorprender a tres de los defensas tolosarras. Fue un gol importante que servía para mantener esa motivación, muy presente fruto de los nervios y ganas que suponía volver a pista. Sin embargo, tan sólo un minuto más tarde, Laskorain conseguía poner el empate en el marcador, reflejo del nivel tan igualado que ambas agrupaciones estaban demostrando hasta el momento. 

Tras ello, los minutos corrían en Ibarra y, tanto los locales como los visitantes, conseguían mantener el resultado; a pesar de ocasionar ambos varias oportunidades que podían haber cambiado el rumbo del encuentro. Y, cuando todo parecía indicar que la primera parte terminaría con el empate a 1, Laskorain conseguía adelantarse en el marcador a tan sólo 10 segundos para llegar al descanso. 

A la vuelta de vestuarios, el arranque de la segunda parte no varío mucho. El ritmo continuó siendo alto y nadie dudaba en presionar desde muy arriba. Con ello, llegó más de una ocasión para los locales, que lo daban todo para recortar distancias. Aún así, seguían sin tener suerte de cara a portería. A su vez, los dirigidos por Narciso Pavo supieron mantenerse por delante en el marcador y consiguieron sentenciar el partido con un tercer gol que llegaba tras un saque de córner. 

A pesar de la derrota, el partido sirvió para testear la situación del equipo fuera del entorno de los entrenamientos. Según ha declarado Jota Arregui, que se estrenaba en su primer partido como míster, el equipo había ido trabajando ciertos “objetivos tácticos” y era necesario “ver el estado real del equipo a falta de un mes de competición”. El míster vitoriano, sabiendo que se trataba del primer contacto, está contento con el trabajo realizado por sus jugadores. Lo principal era “tener un entorno competitivo que no acarrease lesiones” y ver cómo se respondía a “minutos más exigentes”. Asimismo, en lo que se refiere al resultado, ha explicado que la derrota “no ha acompañado” pero que, sin preocuparle en exceso, el equipo en su conjunto “ha hecho lo que tenía que hacer”. 

Ahora, tras ese primer test del sábado, el conjunto morado sabe cuáles son los puntos clave que se van a tener que trabajar en las siguientes sesiones. De ese modo, desde hoy lunes, ya están manos a la obra para poder afrontar este mes tan importante que les espera por delante. 

GOAZEN LAUBURU!!!!