Lauburu Ibarra Mahala – Castro Urdiales CFS
El Lauburu Ibarra Mahala venció por 3-2 al Castro Urdiales en la decimoséptima jornada liguera y corta la racha negativa de resultados que estaban obteniendo las últimas semanas. Los ibartarras que tuvieron que desplazarse a Villabona para jugar como locales se emplearon a fondo para doblegar a un equipo cántabro que puso las cosas muy difíciles en la totalidad de los 40 minutos.
El partido comenzó con los dos equipos apretando en tres cuartos de pista tratando de provocar errores al rival. Los ibartarras no se sentían cómodos en la construcción en el juego, en la pista donde se iniciaban los ataques piparreros había pequeños bultos de aire que complicaba la circulación y la recepción de los pases. En el minuto 8 de partido se adelantaban los piparreros tras un robo en mitad de pista de Oier Goikoetxea, que tras zafarse de su par defensivo puso el balón fuera del alcance del portero. El equipo cántabro seguía apretando el balón cerca de la portería ibartarra, los de Arevalo estuvieron muy imprecisos en la primera parte y tuvieron multitud de errores técnicos que bien pudieron costar algún disgusto si los cántabros estuvieran finos en la zona de finalización. A falta de 5 minutos para acabar la primera parte, los visitantes hacían el empate. Con este resultado se llegó al descanso; las sensaciones no fueron buenas y los piparreros se sintieron incómodos con su sistema de juego habitual.
El decorado de la segunda parte cambió por completo en los minutos iniciales de partido, los ibartarras comenzaron apretando el balón con uñas y dientes y en ataque pasaron a jugar con sistema de pívot y de manera vertical tratando de aprovechar otras virtudes del equipo. Cuando se llevaba minuto y medio Martin Ibarbia hizo el 1-2 de acción de estrategia de banda perfectamente ejecutada. Los de Arévalo le habían cogido el pulso al partido y disponían de situaciones muy ventajosas para aumentar la renta pero las buenas actuaciones del portero castreño hacía que el resultado siguiera igual. A falta de 7 minutos para la conclusión del partido los visitantes ponían el empate a 2 en el marcador. Este gol a nivel psicológico podía hacer daño a los locales pero los de Arévalo lejos de venirse abajo dieron otro pasito más y embotellaron a los visitantes en su propia portería. Tras varios intentos seguidos fallidos, el debutante Joanes Tijero hacia el 3-2 con 4 minutos por jugar. Lo intentaron los cántabros con el recurso de portero jugador, pero el resultado acabó con 3-2 para alegría de la parroquia piparrera.
Al finalizar el partido el entrenador comentaba; “Estamos muy contentos por la victoria conseguida, hemos sufrido en la primera parte y lo hemos pasado mal pero tras el paso de los vestuarios hemos cambiado la manera de jugar y ante un sistema poco habitual para nosotros hemos conseguido hilvanar buenas asociaciones que nos ha permitido ser directos y ganar situaciones cercanas a su portería. Es una victoria muy necesaria para nosotros, en la primera parte hemos jugado con miedo al error y dando la espalda al rival y un equipo con confianza trata de jugar de cara y amenazando al rival continuamente, en la segunda parte se ha dado un paso al frente y las ocasiones que se han generado han sido abundantes pero nuevamente hemos fallado excesivamente de cara a la portería.”
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