El Lauburu Ibarra Mahala cae por 10-4 en el segundo partido de liga. Duro golpe el que recibieron los hombres de Aitor Arévalo en la mañana del domingo. Tras una buena semana de entrenamientos los piparreros acudían con ganas al partido con la intención de sacarlo adelante pero el rival fue superior en el cómputo global y con total merecimiento se llevó el encuentro.
El partido no comenzó bien para los ibartarras que veían como en el minuto 7 de partido ya estaban con un desfavorable 3-0 en el marcador. El equipo no había realizado ninguna falta en ese tramo de partido y se tenía la sensación de que los goles hubieran sido evitables en caso de realizar faltas tácticas. Tras pedir tiempo muerto Aitor Arévalo, los visitantes comenzaron a jugar en ataque y comenzaron a tener las primeras aproximaciones, las más peligrosas en acciones de estrategia. A falta de 6 minutos, Iker Zubelzu reducía distancias en el marcador tras ejecutar una buena acción de estrategia de falta. El equipo poco a poco se estaba metiendo en el partido y unos minutos más tarde, Ion Ander Cuadrado hacia el 3-2 en el marcador tras ejecutar un doble penalti. Con este resultado se llegó al descanso donde parecía que la remontada era posible.
Saque de centro por parte visitante y tras una pérdida inocente y con solo 12 segundos jugados, los locales hacían el 4-2. Un regalo más en una mañana complicada. 3 minutos más tarde Martín introducía el 4-3 en el marcador de acción de estrategia de saque de esquina. Nueva oportunidad para pelear por el partido pero en un abrir y cerrar de ojos el partido se puso 9-3. Los errores en la construcción del juego por parte de los piparreros fueron bien aprovechados por el equipo local. Faltaban 6 minutos y el dato del marcador era llamativo, parcial de 6-1 en el marcador y 0 faltas en el casillero visitante. A pesar de que lo intentaron los morados, el partido finalizó con el 10-4 final. El último gol morado fue realizado por Iraitz.
Al final del encuentro el entrenador indicaba: “Estamos delante de una plantilla que tiene que mejorar en muchos aspectos, pero sin entrar en lo técnico y en lo táctico, tenemos que ser críticos con nosotros mismos, hoy nos ha faltado el gen competitivo unido a la falta de personalidad en determinados momentos que hay que demostrar para ganar este tipo de partidos fuera de casa. Muchos chicos son nuevos y no están acostumbrados a competir de verdad, a tener contacto con el rival, a encararlo cuando se puede, hemos jugado el partido a merced del rival, con miedo, viendo cada movimiento en lejanía y así es difícil de ganar. Seguiremos trabajando para quitar esos miedos y disfrutar de verdad de los partidos”.